¿Qué diferencia el cultivo ecológico de un cultivo normal? Lo fundamental es que no se utilizan productos químicos ni tratamientos tóxicos que alteren el desarrollo normal de las plantas y hortalizas. Esto significa que los alimentos son más sanos y sabrosos. Pero un cultivo ecológico es mucho más, es una filosofía de vida: significa conocer de dónde vienen los alimentos, el esfuerzo necesario para obtenerlos y aprender a respetar los ritmos de crecimiento de las plantas. Aunque suene muy idealista, supone reencontrar el contacto del ser humano con la naturaleza que tanto se ha perdido en los tiempos modernos.
Para hacer un cultivo ecológico casero con éxito, debemos tener en cuenta cuatro factores fundamentales. Es importante tenerlos en cuenta, si no, las plantas nunca llegarán a crecer o serán muy pequeñas o defectuosas y nuestro esfuerzo no habrá servido para nada, más que para aprender una lección de la naturaleza
- La tierra. Cómo está (blanda o dura), qué necesidades tienen nuestros cultivos (equilibrio entre nitrógeno y carbono) y materia orgánica adecuada, relacionada con el abono y el compost .
- Estación. Es muy importante plantar cuando es la temporada. Si plantas en otro momento, las plantas se helarán o morirán de calor. La mejor estación es la primavera, aunque hay algunos tipos de cultivos que prefieren el frío o el calor (por ejemplo, las habas se plantan en noviembre). La temperatura más adecuada para el cultivo general ronda en torno a los 25 o 30º.
- La luz. ¿Recuerdas el concepto de la fotosíntesis de los libros escolares? Para las plantas la luz es como para las personas el agua: imprescindible. No obstante, algunos cultivos prefieren zonas sombreadas y con luz solar indirecta.
- El agua. Varía según el cultivo y es la fuente de vida para todas las plantas. Las hortalizas que más enraízan (como las zanahorias) aguantan más la falta de agua que las que tienen un crecimiento más superficial (como las lechugas o el tomate).
Después de la introducción que dimos sobre el cultivo ecológico, hoy nos centraremos en cómo conseguir hortalizas sin necesidad de tener un terreno. Algunas pueden crecer en un piso si les proporcionamos lo que necesitan y por supuesto, siguiendo la filosofía del cultivo biológico: sin productos químicos ni tratamientos tóxicos.
Los cultivos varían según si tenemos un terreno cultivable (aunque sea pequeño) o si vivimos en un piso, y por tanto, queremos sembrar en macetas. Por eso vamos a dividir la explicación en dos temas: uno dedicado al cultivo en semillero y maceta (el que nos ocupa hoy) y otro a la siembra en terreno o huerto.
Aunque parezca increíble, una maceta puede dar mucho de sí. Lo ideal para plantar en casa son las plantas aromáticas: orégano, albahaca, perejil… Pero también puedes atreverte con algo más.
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